Esta página intenta ser un espacio multicultural donde todas las personas con inquietudes artísticas, en cualquier terreno que sea puedan publicar sus creaciones en forma libre y sin ningún tipo de censura. Son bienvenidas todas las muestras de las bellas artes que los lectores del blog nos quieran acercar. El único criterio válido es el de la expresividad, y todo aquél que desee mostrar sus aptitudes no tendrá ningún tipo de censura previa, reparos o correcciones. Este espacio pretende solamente ser un canal más donde los artistas de todas las latitudes de nuestra Iberoamérica puedan expresarse. Todas las colaboraciones serán recibidas ya sea en nuestro correo todaslasartes.argentina@gmail.com o bien en nuestra página en facebook denominada "Todas Las Artes Argentina" (Ir a http://www.facebook.com/profile.php?id=100001343757063). Tambièn pueden hacerse amigos de nuestra Página en Facebook yendo a https://www.facebook.com/pages/Todas-Las-Artes-Argentina/249871715069929

viernes, 7 de septiembre de 2012

LA MÁQUINA DEL TIEMPO, por Salvador Alario Bataller, de Valencia, España



Mi amigo Artemio Ferro, el conocido ingeniero, construyó la máquina del tiempo más perfecta que ha existido nunca. Solamente tenía un defecto: se podía cambiar el pasado eliminando algunos personajes funestos (lo que era el propósito inicial de la investigación), pero uno, si así era su deseo, no podía permanecer en ese mundo pasado indefinidamente, sino solamente un día. El motivo de esto último carece de importancia para la presente historia.

En realidad a nadie de mi tiempo interesaría regresar al pasado, ya que los conocimientos y la ética de nuestra civilización superaban las mejores aspiraciones de cualquiera de nuestros antepasados. Viviendo entonces en un mundo adecuado, además cabe prever que el futuro continuase siendo como lo que ha sido siempre, una esperanza, un tiempo que ha de venir, algo en lo que un humano muy satisfecho nunca interferiría. El ser humano necesita un mañana con algo de incertidumbre y de misterio para ser lo que es, un ser histórico y en permanente y múltiple evolución. Además, si el futuro está hecho de pequeños presentes, el pronóstico para el porvenir no podía ser más favorable.

Nuestra moral altísima y arraigado espíritu de justicia nos llevó pronto a pensar en la posibilidad de viajar al pasado para rectificar los errores de nuestros antecedentes, sobre todo los variopintos males causados por los poderosos. De entre ellos, yo tuve la fortuna de poder especializarme en dictadores y políticos que habían sembrado el dolor entre el pueblo en el tiempo que gobernaron. Eliminándolos, crearíamos una posibilidad más favorable para el desarrollo de los hombres y mujeres de ese pretérito desdichado. En realidad la anterior afirmación nunca la pudimos comprobar, porque nos parecía, como poco, desconsiderado interferir o juzgar las decisiones de las sociedades nuevas originadas a partir de la ausencia de los opresores. Tal fue mi dedicación que logré actuar en el mismo momento del alumbramiento de esos locos.

La lista de dictadores y políticos era larga, lo que no desalentó a especialistas como nosotros, auténticamente comprometidos en hacer justicia en un particular retorno al ayer. Muerta la bestia, no habría opresión, tortura o exterminio. No pueden imaginar el placer que sentí asando como a un cochinillo al demente, seboso e incendiario romano; al bufón italiano que vivió siglos después lo maté a palos, como a un perro y al canco germano lo fileteé como a un ternerillo. Aún así, para mi gusto, fueron finales demasiado piadosos para semejante basura. Algunos de mis colegas poseen métodos muy ingeniosos para provocar la muerte a los indeseables de la historia, hasta el punto de que nunca se les ve actuar y el sujeto en cuestión fallece por digamos una especie de muerte súbita. Yo no les envidio, sin embargo. No hay nada comparable a la sensación del cuchillo en la mano cuando hay que matar a un cerdo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario