No creo que haya país de Europa
donde el nivel intelectual del debate vuele más bajo pero con
mayores pretensiones.
Gregorio
Morán, El
cura y los mandarines.
Vaya
por delante, antes de decir nada, que quien esto suscribe no tiene
más idea de economía que la derivada de ir a hacer la compra y no
gastar más de lo debido. A veces eso sólo ya se convierte en un
quebradero de cabeza. Ignoro, por lo tanto, qué es la prima de
riesgo, qué son los puntos básicos y otras palabras de similar
jaez. Evidentemente la vida es demasiado corta; y, por mucho interés
que se ponga, no se puede llegar a comprenderlo todo, ni nada, con un
mínimo de fundamento. Así, pues, cada vez se me hacen más patentes
las viejas palabras de Sócrates de “lo único que sé es que no sé
nada.”