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domingo, 4 de diciembre de 2016

EL ANGEL DE LA FAMILIA, por Carlos Alejandro Nahas, de Buenos Aires, Argentina


A veces Dios te sopapea,
Te da palizas en las que quedas inerme
Desarmado, desangelado
Hay rachas, cortas, largas, de la buena
De comer afuera una vez por semana, de ver esas zapatillas

y comprarlas sin fijarte el precio, jetras caros, muchos taxis.


Otras, donde te vapulea hasta dejarte sin sentido
con el alma en la mano, rodillas raspadas, carne viva.
Perdés todo, lo oscuro se hace cotidiano
la parca acecha y no te suelta,
la mala se te pega como otra carne, como otro vos.
Y pueden pasar días, meses, años. Y nada.
Evitás pasar debajo de las escaleras, los gatos negros
El número trece, nada, se suelda
Se hace costra, caminás encorvado
No se sale nunca.


Una mañana despertás y el Barba te rescata
Te dice que nada se pierde
Todo se transforma, que los que no están están si siguen
A la vuelta de la esquina, en una canción, en un laburo nuevo, en un gomía,
Que la vida el sol, es encanto, es un atardecer en el mar
El abrazo de un hijo, la caricia de una madre.
Ese día te das cuenta que la siembra fue larga, duró décadas
Eternos e ineludibles lustros.


Y viene la cosecha. Y te das cuenta que la “biyuya” es lo de menos
y te visita igual, sin que la llames.
Que la pilcha nueva vuelve sin esperarla, que está todo bien.
Y te avivás que el amor es un farsante, que te asombra de jodido nomás.
Y cosechás del puro, del desinteresado, del bueno.
Y seguís dando y flotás entre palmadas, te aplauden
Te miman, te abrazan, te quieren.
Y en todos lados. Y ahí sabés, sí que sabés
Lo sentís en las tripas, en las piernas, en las suelas de tus zapatos.

Que si sos buen tipo, de primera, con códigos inquebrantables
No importa las cagadas que hayas hecho
No importan los muertos en el placard …
Todo se acomoda, todo se asienta… viene la paz


Que nuestros actos dan cuenta de nuestro espíritu
Que acá vinimos, cierto, lo juro,
Para querer y ser queridos
¿Qué mas?
Dios salve a Discépolo
Querido mordisquito.
A mí, a mí no me la vas a contar
Yo, yo ya la aprendí

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